Solté una pequeña risita. "Porque sabía cómo ocultar esto a todo el mundo, incluido a ti".

Seguimos hablando del cáncer y de lo que pasará después. Me alegro de que por fin supiera la verdad. Tiene que prepararse para lo peor.

"Por eso no querías mudarte". Me preguntó.

"Sí, la doctora Charlene es mi neurocirujana y estoy contento con ella. No me veo yéndome de aquí cuando solo me quedan unos meses".

"Ahora lo entiendo. ¿Lo saben los niños?". Me preguntó, y me tragué el nudo que tenía en la garganta.

"No, aún no se los he dicho; no sé cómo decirles que crecerán sin mí". Sollozo al pensar en mis hijos.

"No te preocupes, encontraremos juntos la forma de decírselo". Oigo que me dice. Lo miro y asiento con la cabeza. Adrian se inclina, coloca sus labios sobre los míos y me besa, descargando su amor en el beso. "Te amo, mi ángel", me dice cuando se separa de mí.

"Yo también te amo". Le beso la mejilla.

"Si ya han terminado, tengo algo que decirles". Ambos nos sobresaltamos por la rep