Enya se encontraba en el calabozo donde llevaban a todos los que practicaban magia, mientras esperaba en silencio su supuesto juicio alguien entró para verla se trataba de la misma mujer con la que había hablado en Salem se quitó la capucha de su cabeza mostrando su rostro. Le comenta que tienen muchas personas más incluyendo niños que fueron entregados por sus propios padres porque les daba miedo tenerlos en casa, eso le molestó mucho a la mujer tanto que agrieto una de las paredes de su celda intentaba tener la calma que le pedía la protectora no quería que el plan que habían armado se dañara por llamar la atención de los guardias aunque ella los había evadido fácilmente. Discutían sobre el paradero de los que estaban detenidos sería muy suicida que una sola persona se llevara un gran grupo de personas que eran una amena