Usualmente Gabriela se ponía muy triste cuando su madre tenía que irse de viaje y no podía llevarla, pero en aquella ocasión en específico se sentía tan emocionada porque podría compartir con sus nuevos amigos, que le restó importancia
— ¡Que casa tan linda tienes!— Dalila no ocultó la emoción en su voz
¿De verdad se quedarían allí toda la semana?
— Gracias. Ahora también es su casa— Gabriela los invitó a sentarse en la sala tal y como había visto hacer a Marisa en tantas otras ocasiones
La mencionada bajaba las escaleras con Zack detrás ayudándola con su maleta
— Cuando hables con Ale por favor dile que me perdone por no haberla llevado a ella y su familia al aeropuerto y que espero que disfrute de sus vacaciones—
— No te preocupes que yo los llevé y