35 días antes de la explosión
Las voces se escuchaban por cada una de las habitaciones del desgastado hotel, a pesar de que a su habitación solo llegaban unos cuantos susurros. La mujer se pegó a la pared para escuchar un poco más y pasó sus manos por la suciedad de la pared.
Exclamó en voz alta y gruñó a causa de la suciedad que se encontraba en el lugar, el hotel lucia completamente viejo y parecía que caería en cualquier momento, pero era perfecto. Esos hombres se reunían cada mes en aquel lugar para planear sus próximos movimientos y ella ya no permitiría ni un movimiento más.
Podía escuchar la voz de Fernando a través de los muros, con solo escucharlo podía sentir el asco y el odio recorrer su sistema sanguíneo para terminar llenando cada rincón de su cuerpo.
Llevaba meses trabajando en est