Habían pasado dos días desde la última vez que vi a Dakota ebria en su pequeña porquería.
Todavía no podía quitarme esa imagen de mi cabeza y esas palabras que salieron de su boca, respecto a que la apretara más fuerte.
Tantas cosas pasaron por mi cabeza y no sabía a cuál recurrir. Ella era una chica pervertida y perversa, podía verlo mediante sus ojos.
Ella es perfecta.
Pero lo que menos quería era que ella tuviera consecuencias o le pasará algo malo por mi culpa por esa razón salí de ese departamento y me fui a casa de Janeth a quitarme la calentura. Pero no sirvió de nada porque en mi cabeza estaba la chica de cabello negro y ojos marrones.
Me levanté de mi cama y caminé hasta mi cocina tomando un vaso con jugo de naranja, cuando vi que uno de mi seguridad entró a mi departamento con un papel en su mano.
─ Sr. Wembley.
─ ¿Sí?
─ Han dejado una nota frente a la puerta de su habitación.
Inmediatamente me levanté del sofá y caminé hacía él tomando la nota.
Hermanitos Wembley.
Al parecer tienen nuevas chicas ¿Recuerdan lo que pasó la última vez?
Recuerden ojo por ojo, diente por diente. Emily y su pequeña todavía están en la lista.
Será mejor que piensen más rápido o tendrán que visitar a esas pobres chicas en un cementerio.
Por cierto ¿Porque viven solas en un apartamento? Deberían de tener una buena seguridad.
Al terminar de leer la nota arrugue el papel y ese sentimiento de ira creció en mi nuevamente.
─ Llama a Thomas y Charles los quiero aquí en quince minutos ─dije a mi seguridad.
─ Enseguida señor.
Mi seguridad salió de mi departamento y yo solo me limité en hojear la nota nuevamente.
─ Esto es tu culpa Charles ─dije a la nada.
》》》
─ Se puede saber porque teníamos que venir a tu departamento, Inferno se te olvida que tengo familia, tengo una hija ─soltó Thomas entrando por la puerta.
─ Estaba durmiendo y han allanado mi departamento ─dijo Charles.
Tomé la nota y se las tendí, ambos empezaron a leer mientras que yo me recliné en el sofá.
─ ¿Que es esto? ─preguntó Thomas.
─ Eso querido hermano es la prueba de que Charles es un tonto, que digo tonto es más que un tonto.
─ No puede ser ¿Emily? ¿Emily corre peligro todavía?
─ Al parecer y gracias a Charles también dos personas inocentes que no tienen nada que ver en nuestros planes.
─ Te informo que yo no tengo la culpa, aquí el culpable eres tú que seguiste con este mundo ─contestó Charles.
─ A mi padre le costó mucho llegar hasta donde llegó, como para olvidar eso y dejar que otro se encargará.
─ Dejen de pelear y piensen que vamos a hacer, no podemos dejar a esas chicas así ─dijo Thomas y asentí.
─ Le están siguiendo el rastro y saben que viven solas, si les pasa algo eso quedará en tu conciencia Charles, pero lo peor es que si salen vivas ellas pueden ir a la policía y decirles todo.
─ Tengo un plan ─dijo Charles.
─ Tus planes no me interesan, porque gracias a ellos estamos pensando en que puede pasarles a esas chicas.
─ ¿Cuál es tu plan? ─preguntó Thomas.
─ Contarles la verdad e irnos de aquí con ellas, podemos llevarnos a Emily y a tu hija Thomas. Podemos dejar todo como si la tierra nos hubiera tragada irnos lejos quizás ellos demoren un buen tiempo en encontrarnos.
─ ¿Pretendes contarles a esas chicas todo y que ellas acepten tan rápido irse para otro país junto a nosotros? Eres un tonto definitivamente Charles ─solté.
─ No es tan grave, ellas deben acceder es mucho mejor que esperar que nos manden su cabeza en una caja de regalo.
─ Para mañana Thomas has tus maletas junto a la de tu esposa y tu hija, Charles habla con Olivia ─pasé las manos por mi rostro soltando un suspiro ─Yo hablaré con Dakota.
─ ¿Y a dónde se supone que iremos? ─preguntó Charles.
Miré en su dirección y sonreí ─ Paris.