Llegué para quedarme
Llegué para quedarme
Por: Yasmingch1
CAPITULO 1

Al fin estoy aquí recibiendo mi título, soy una de las mejores de esta promoción de hecho me recibo con honores a pesar de que he logrado todo sola y a pulso ahora podría trabajar en la mejor constructora del área y tal vez incluso del país, miro a mi alrededor y  todos mis compañeros tienen a alguien con quien celebrar, unos padres orgullosos, familiares o amigos, muchas flores, risas, abrazos, preparaciones para fiestas, pero yo estoy completamente sola, de pronto entre la multitud  veo llegar a la madre Camila y a la Madre Superiora del hogar de niñas donde me crie, ambas venían del brazo a paso lento por sus años y cuando vieron que las divisé entre los presentes me saludaron desde la distancia mientras yo esperaba mi turno para recibir ese tan importante pedazo de papel que me certifica por fin como arquitecta, la alegría llegó a mí, sólo en ese momento pude sonreír de verdad, no esa sonrisa a la fuerza que me había sentido obligada a dar, al verlas ahí la emoción llegó a mí, esa que tan pocas veces me doy la posibilidad de sentir, esas dos mujeres han sido en mi vida muy importantes… de pronto cierro los ojos por unos segundos justo en ese instante escucho mi nombre Aurora López y veo pasar en mi mente los recuerdos de toda mi vida, una niñez en el internado junto al convento donde la vida no ha sido fácil, donde las navidades existían gracias a las donaciones para niños como yo que habían conseguido la admisión a ese lugar y aunque muchos de ellos venían de familias de bajos recursos siempre había algún familiar aunque lejano que los visitara al menos una vez al año, donde aprendes de responsabilidades siendo muy pequeña, aunque debo reconocer que la madre superiora y la madre Camila me cuidaron y protegieron siempre, no fue sencillo entender que fui la niña abandonada en una caja. Cuantas veces no escuché a más de un niño murmurar diciendo que de seguro era un estorbo para mi madre, que mi padre probablemente fue un violador y que por eso mi madre me abandonó, o tal vez ella era una alcohólica o drogadicta que no se pudo hacer cargo de mí… en fin, los comentarios eran muchos y las teorías de mi origen fueron muchas tal vez demasiadas para una pequeña, siempre fui la niña que todas trataban de evadir porque quien sabe cuáles eran mis genes, pero en realidad como culpar a los niños ellos sólo son el reflejo de lo que escuchan de los adultos que les rodean.

Nadie sabe de dónde vengo en realidad… según me contaron, una noche de invierno alguien golpeó a la puerta del convento dejando en una pequeña caja de cartón a una niña que al parecer tenía horas de nacida con una nota que decía “Daría mi vida por ella, su nombre es Aurora, pero esta es mi única manera de protegerla, a mi lado corre mucho peligro por favor cuide a mi pequeña” junto a la nota un poco de dinero y una pequeña medalla de oro con el nombre de Aurora gabado, y una llave que no se sabía a qué puerta o candado correspondía pero que siempre he guardado, eso era todo, eso fue lo que me contaron cuando ya tenía 7 años porque no dejaba de preguntar ¿dónde estaba mi mamá? ya que no dejaba de recibir burlas por no tener a nadie, ese día la madre superiora me contó la historia de cuando abrió la puerta y vio como alguien que estaba escondida salió corriendo, al parecer quería asegurarse de que estaría bien, imagino que me quiso y quiero creer que su abandono fue un acto de amor al menos eso es lo que siempre le he dicho a mi corazón.

Las monjas me criaron y entre internado y convento, estuve hasta que tuve la mayoría de edad después trabajé  y estudié en base a becas, limpiaba oficinas por las noches, cuidaba niños los fines de semana, trabajaba en una pequeña oficina de arquitectos de medio tiempo aunque no me apoyaban mucho por el simple hecho de ser mujer, vivía en un pequeño cuarto que era lo único que podía pagar ya que trataba de ahorrar todo lo que podía para poder comprar los libros de la universidad y además pagar lo necesario, compraba ropa usada de preferencia tres tallas más grande pero tenía mis razones  para eso, además no había dinero para más, la verdad no ha habido tiempo ni para novios ni nada extra, hoy tengo 25 años y mi proyecto de arquitectura incluso antes de graduarme ya recibió varios reconocimientos, al fin podré dedicarme a esto en un cien por ciento y buscar un mejor lugar para trabajar donde no me discriminen por el solo hecho de ser mujer.

Como siempre y como en todo lugar nunca faltan los idiotas… abundan por todos lados y esta universidad no ha sido la excepción, esos que te hacen preguntarte, ¿a qué hora los clonan? y cuando la ceremonia terminó el más idiota de todos William English mi molestoso compañero de promoción con un título comprado por su padre ya que es un perfecto, pero idiota, se acerca a mí con su estúpida cara burlona.

—Al fin somos colegas imagino que nos puedes visitar pronto en las oficinas de mi padre él te puede contratar, siempre necesitamos a alguien que nos haga el café o nos limpie las salas y mejor aún si usas un uniforme donde te podamos ver mejor las piernas.

Prometo que sentí deseos de pegarle en las …y por Dios que se lo merece, pero a la madre superiora no le gustaría ver ese espectáculo, aunque en mi mente ya me lo imaginé retorciéndose del dolor, sólo sonreí y lo dejé hablando solo, pero el muy imbécil siguió y con una sonrisa insistió en voz alta —¡Ya sabes dónde encontrarnos!

La verdad es que en ese momento no pude más y le respondí mientras le di mi mejor mirada de desprecio —Perdón me perdí de algo, ¿quién te dijo que yo te estaba buscando? Ni que tuvieras tanta suerte —y simplemente me fui escuchando de fondo como sus amigos se burlaban de él.

Al final de la ceremonia me acerqué a la madre Camila y a la madre superiora para abrazarlas y agradecerles que me acompañaran en ese día, sabía que para ellas no debió ser fácil estar ahí a esa hora, ambas ya están avanzadas en edad y aunque la madre superiora continua con su cargo acaba de cumplir 70 años y la madre Camila tiene ya 75 y Dios sabe cuánto las quiero han sido para mí toda mi familia.

—Gracias por estar aquí, sé que han tenido que viajar por más de una hora y cruzar la ciudad —les dije mientras no las quería soltar, era nuestro abrazo de grupo de las tres.

—Querida claro que debíamos estar aquí somos tu familia del corazón y eso nunca se rompe —dijo la madre superiora —mientras las lágrimas no se pudieron evitar en ninguna de las tres.

—Estamos tan orgullosas de ti —dijo la madre Camila mientras trataba de secarse las lágrimas con un pañuelo que sacaba de su bolso.

—Gracias, al fin podré buscar trabajo en una buena compañía y quien sabe tal vez algún día tenga mis propias oficinas.

—Hija ¿Quién es el muchacho que te detuvo cuando venías? Aun no te quita la mirada —dijo la madre Camila.

—Ese es un idiota… si, ya sé que no debo hablar así, pero créanme que este se gana el premio, pero no sigamos hablando de semejante personaje o se van a enojar conmigo y no quiero eso —les respondí mientras les sonreía, la verdad es que verlas ahí conmigo me llenaba el corazón —¿Qué tal si las invito a comer? Por favor digan que sí, no será en un lugar muy elegante, pero hay un buen restaurante aquí cerca, por favor.

—Hija no queremos que gastes tu dinero —dijo la madre Camila.

—Nada de eso ustedes saben que yo no gasto mucho y tenerlas conmigo hoy ha sido mi mayor regalo y es justo después de tanto esfuerzo festejar este día.

Mientras salíamos las tres el idiota de William se acercó para decir —Así que al fin conozco a tu familia, ahora entiendo porque nunca vas a mis fiestas de seguro estas rezando el rosario —y después se largó a reír.

—No voy a tus estúpidas fiestas porque creo que son eso, una estupidez y yo no pierdo mi tiempo en estupideces, ¿pensé que tu cerebro te daba para entender eso?… pero creo que me equivoqué —le respondí.

El padre de William se acercó a mi para según él felicitarme y entregarme su tarjeta diciendo —Vi tú proyecto y me interesaría hablar contigo.

—Aquí su hijo ya me ofreció trabajo haciendo el café y limpiando su oficina y con una falda donde le pueda mostrar las piernas y créame no hay nada de malo con simplemente preparar café o limpiar una oficina, aunque no creo que para eso le deba mostrar las piernas, pero este título me ha costado 6 años de trabajo… a mí nadie me dio nada de gratis —dije mirando a William con un tono de sarcasmo —y no creo que esa oferta sea justa ¿Qué piensa usted?

—Yo creo que eres brillante y me gustaría que mi compañía te tuviera en nuestra nómina y ciertamente no para preparar el café —respondió dándole una mirada de desapruebo a su hijo por el comentario que había hecho.

—Gracias por la oferta —y tomando la tarjeta para no dejarlo con la mano estirada me fui mientras escuchaba al conocido Joseph English reclamarle a su hijo.

Durante esos años de carrera tuve sólo a dos amigos que terminaron siendo pareja Valeria o Vale como todos le dicen y Nelson su novio gracias a ellos pude terminar los famosos trabajos en grupo, a ninguno de los dos les importaba mi origen y el hecho de que tampoco tuviera dinero y aunque ambos venían de familias un tanto acomodadas ellos eran la excepción a la regla en sencilles y de pronto los siento que llegan corriendo donde estábamos y Vale dijo mientras me abrazaba —¡Al fin te encontramos entre tanta gente felicidades amiga!

—Si muchas felicidades y muchas gracias… mira que tantas veces nos ayudaste te debemos mucho Aurora —dijo Nelson.

Mientras tanto Vale saludaba a la madre superiora y la madre Camila y después me dijo muy seria —¡Amiga mía esta noche no puedes faltar a la celebración!

—¡Oh no!… yo no me voy a ir a meter al club además no tendría que hacer ahí, primero no tengo invitación y segundo no tengo ropa para un evento así —le respondí rápidamente.

—Voy a tirar por la borda tus dos razones la primera estas invitada aquí esta tu invitación —pasándome un hermoso sobre con la invitación a la gala y haciendo una señal al chofer que se encontraba a unos metros de ellos con un hermoso bolso que Vale tomó diciendo —aquí esta lo segundo y les presento a don Carlos quien será tu chofer este día.

—¡¿Qué?! ¡¿Estas loca verdad?! —respondí rodando los ojos y mirando a la madre superiora y a la madre Camila como pidiendo ayuda, pero las dos sólo se reían de la situación.

—¿Qué si estoy loca?… eso siempre lo has sabido así que no me lo recuerdes que no es necesario… y te recuerdo don Carlos será tu chofer este día —dijo Vale.  

—Pero nosotras íbamos a almorzar —le respondí como queriendo evitar a toda costa la famosa invitación.  

—Señorita permítame yo las llevo —dijo don Carlos.

—Pero después de comer la madre superiora y la madre Camila deben volver al convento —respondí tratando de buscar alguna excusa.  

—Yo tengo una idea cuando terminen de comer nos vemos en el salón y mientras tanto don Carlos las lleva de vuelta y después pasa por ti para llevarte a tu departamento y así te puedas cambiar —dijo Vale como siempre encontrando una solución rápida a todo.

—¿Así de simple verdad? —dije yo mientras rodaba los ojos.

—Sí, así sencillo yo no veo lo complicado, ¿y tú amor? —dijo Vale buscando la aprobación de su novio que sabía que no le convenía decir lo contrario, aunque en realidad él encontraba también que ese era un excelente plan.

—Además estarán los representantes de las 3 constructoras más importantes del país, si quieres conseguir un buen trabajo este es el momento y el lugar —dijo Nelson buscando apoyar a su novia.  

—¿Eso quiere decir que el señor English estará ahí también? —respondí con cara de preocupación.

—Si, pero también sus mayores competidores —dijo Nelson —yo no voy a perder la oportunidad y tal vez podríamos trabajar juntos los tres eso sería maravilloso.

—No lo sé —dije nerviosa —no me gustan esos eventos me siento fuera de lugar he ido a un par, pero a trabajar.

—Bueno hoy iras como invitada y no hay peros tienes invitación, hora en el salón ropa y chofer —respondió Vale.

La madre superiora me miró y dijo —querida por una vez por favor ve y diviértete un rato en estos 6 años no has sabido de celebración sólo has trabajado hasta los días feriados yo creo que te has ganado un descanso.

—Si además tal vez esa es tu oportunidad de encontrar los contactos necesarios para un nuevo trabajo —dijo la madre Camila mientras tomaba mi mano.

La verdad es que sentía la presión de los cuatro además de don Carlos que nos esperaba para llevarnos ese día, el estómago ya me daba vueltas y no era porque tenía hambre aunque que era algo que si sentía mi única comida ese día había sido un café y unas tostadas, pero eso era de costumbre ya que por lo general es lo único que tengo para el desayuno así que antes de que siguieran insistiendo que ya no sabía que podría ser peor decidí aceptar sintiendo que de seguro ese sería el peor error de todos.

Vale y Nelson se despidieron de nosotras y don Carlos  nos invitó al carro para llevarnos al restaurante así que yo le ofrecí que comiera con nosotras y no acepté un no por respuesta, el lugar es un pequeño restaurante italiano familiar donde traen a la mesa una enorme fuente con pasta, ensalada, pan y los platos para nosotros mismos servirnos debo reconocer que a pesar del hambre que sentía casi no podía comer pensando en la famosa fiesta, sentía unos deseos inmensos de abrir el bolso y ver los que ahí había de ropa pero no podía hacer eso así que me aguanté las ganas mientras veía a la madre superiora y la hermana Camila verme con unos ojos donde se podía ver el orgullo que sentían ese día y yo me sentía muy emocionada sabiendo que yo había logrado hacerlas sentir así.

Después de comer seguimos con lo planeado don Carlos me dejó en el salón donde me esperaba Vale y llevó a la madre superiora y la madre Camila de vuelta, al menos me hacía sentir bien ahora ya no tendrían que tomar dos buses y recorrer media ciudad para volver.

En el salón mientras tanto hubo manicure, pedicure, lavado y corte de pelo incluyendo el maquillaje en un momento mire a Vale y dije con cara de preocupación —esto va a salir una fortuna.

—Aurora te puedes calmar recibí un lindo certificado para este salón de mis tíos de hecho tengo cupo como para 4 visitas mas así que tranquila me gusta la idea de saber que lo estamos disfrutando juntas estoy segura de que esta noche vas a hacer que más de uno te mire más de una vez.

—No estoy segura —respondí sintiéndome muy apenada.

—Tú tranquila este el primer paso te aseguro que hasta el Willy te dejará de molestar después de esto.

—Ya ni me recuerdes ese idiota… hoy se atrevió a decirme que pasara por las oficinas tal vez su padre tenía un trabajo para mi limpiándolas o haciendo el café y que usara algo donde mostrara las piernas.

—Ese si es bien bruto, quiere ofrecerle ese trabajo a la mejor estudiante de arquitectura de este año, cuando tu proyecto incluso es mejor que cualquiera de la compañía de su padre… me pregunto ¿Qué dirá su primo de él ahora que volvió a la ciudad para trabajar con la competencia?

—No sabía que Willy tenía un primo que trabajara en esto.

—Nena ese hombre es como te digo… no mejor no digo nada.

Miré a Vale y no pude evitar sonreír con su comentario en esos momentos terminaron mi maquillaje y voltearon la silla, tardé unos segundos en darme cuenta de que la mujer al otro lado del espejo era yo.

—No vayas a llorar que se arruina el maquillaje —escuché decir a Vale quien me dio un abrazo diciendo —amiga eres una chica hermosa aquí solo sacaron a relucir esa belleza que tú eres no sólo por dentro sino también por fuera.

La estilista me miró y dijo —Tienes un cabello muy lindo ya que en realidad no había tenido ningún proceso sólo te hicimos el corte moderno ahora ese hermoso cabello rojo natural si le da luz a tu rostro, tienes una hermosa tes y tus pecas se ven muy lindas junto a esos ojos color miel, nena tú no le habías sacado parido a tu rostro estoy segura de que esta noche serás la sensación de la fiesta y aquí Vale también, pero a ella no hay que recordárselo ella lo sabe —dijo mirando a Vale.

Vale es una chica muy guapa con un pelo castaño hasta la cintura, ojos verdes, tes blanca siempre he pensado que parece una muñeca aunque hoy debo reconocer que me siento a su nivel y eso es difícil de alcanzar, nos abrazamos y justo en eso momento nos avisaron que venían por nosotras dos Carlos me pasaría dejando a mi cuarto y después llevaría a Vale a su casa y volvería por mí en dos horas para ir a la famosa fiesta nos despedimos y entré a mi pequeño cuarto, miré el bolso casi con miedo más vale que me gustara que lo había allá adentro o no sabría qué otra cosa hacer.

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