3- Buenas noticias

Artemisa

Antes de comenzar a decirle cualquier cosa a nuestro rey lo pienso bien porque sé lo temperamental que puede llegar a ser. Sin embargo, le daré una muy buena noticia y una que podría llegar a ser mala. 

Vine pensando eso en todo el trayecto, también que Arturo se unió a nosotros sin ser seleccionado para la misión, pero eso no tengo para qué decirlo.

Entramos a la sala y mi padre está al lado del comandante Mauricio, no puede haber un mejor momento que este. 

— Quiero ser muy directa de una vez, tenemos una mala noticia y una excelente noticia ¿Cuál desean ustedes? — les hago la propuesta. 

— Dime la mala y luego la excelente, así todo termina en regocijo— mi padre sonríe después de decirme eso.

— La mala noticia es que otro de nuestros guerreros murió en un ataque hecho por leónidos moky, por otro lado, la buena noticia es que pudimos vencerlos a todos y nadie más sufrió daños— mi padre se queda unos segundos en un total silencio que lo invade, pero luego cambia la expresión de su cara.

— jajaja ¡Así se hace! Todo por el bien de los chirü, ya sabemos que los moky están planeando algo y no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Lamento lo que le pasó a uno de nuestros guerreros — el rey está muy alegre por lo sucedido, a pesar de que uno de nosotros murió. 

— ¿Qué hicieron con las víctimas? — Mauricio pregunta para obtener más detalles. 

— Los dejemos en territorio moky, así ellos de darán cuenta de que ya sabemos que son los responsables del saqueo que sucedió hace días y de este otro intento— Cristóbal responde a la pregunta de nuestro comandante. 

— Dale noches libres a los guerreros que defendieron el campamento, tenemos que descansar para pensar en alguna estrategia de contraataque. No dejaré que lo haga en otra ocasión— esas fueron las palabras de nuestro rey el gran Fernando.

— Ya escucharon a su rey, así que pueden retirarse. Vayan y descansen porque nadie sabe lo que se avecina— el comandante Mauricio nos invita a retirarnos de la sala y eso hacemos. 

Voy al baño y me doy una ducha, la necesitaba porque tenía sangre en mi uniforme. Mi última víctima derramó demasiada y eso que tuve que moverlo un poco. 

Se me vienen recuerdos de mi madre, esos bellos momentos a su lado jamás los olvidaré. A pesar de que Arturo y yo éramos muy pequeños cuando ella partió de este mundo, pero tenemos muchísimos recuerdos de ella. Mi padre aún llora como un niño cuando llegan esas fechas que fueron tan especiales para ellos.

Arturo

No entré al salón porque no fue asignado para esa misión, pero me quedé esperando a Apolo para que me diera informes de lo que hablaron con el rey y el comandante. 

— ¡Eh, Apolo! Ven acá, necesitamos hablar— eso fue lo que le dije al verlo y de inmediato él viene hacia mí. 

— Ya sé que quieres saber donde mi que hablamos allá dentro, te mueres si no te lo cuento— dice al llegar a donde mí. 

— No te equivocas, así que hazlo de una vez porque no hay tiempo que perder, al menos de mi parte no sé de la tuya— trato de parecer lo menos preocupado posible, eso le dará más confianza para contarme todo.

— Artemisa se encargó de darle el informe al rey y a nuestro comandante, le contó todo lo sucedido. El rey se puso muy alegre con la victoria y decidió que nos dieran noches libres, lástima que no pudiste dar la cara porque eso te podría traer problemas con Mauricio— Apolo respira profundo al terminar de hablar. 

— Entendido, creo que mi padre está más alegre porque ya sabe que no se equivocó al pensar que el primer ataque o saqueo lo hicieron los moky. Además de que salimos victoriosos en esta ocasión y asesinamos guerreros de su archienemigo ¿sabe que fueron los moky que hicieron el ataque? — por un momento olvidé que no me dijo si el rey sabía quienes eran los culpables del ataque. 

— Justo eso te iba a contar, Artemisa le dijo que son los moky los principales y únicos responsables del saqueo y de este otro ataque— esa es la respuesta directa que me da mi mejor amigo al respecto. 

— Mejor si nuestro gran rey lo sabe, así no estará ansioso por ese motivo. Bueno amigo mío es hora de irme, tengo que darme un buen baño, nos vemos después— dicho esto nos despedimos y me marcho al palacio. 

Cuando estoy en la ducha me quedo pensando en esa leónida a la que dejé escapar, espero que el karma sea mi aliado y no me falle. Porque he sido castigado bastante, tienen que llegar los momentos de regocijo. 

Volviendo otra vez a lo que estaba pensando, creo que una de las cosas por las que la dejé escapar fueron sus ojos hermosos. Siempre he tenido ese gusto por el color de ojos, otra cosa fue que ni siquiera intentó transformarse porque se quedó muy tranquila como si estuviera dispuesta a morir por haber fallado su misión.

Lo malo del caso es que no sé si ella me agradeció por haberla dejado escalar, porque como guerrera que es quizás pueda llegar a pensar que eso es un insulto a su tribu. No obstante, sería muy loco de su parte si al menos ella pensara en algo como eso.

Termino de bañarme y luego me visto, pero de repente alguien toca a mi puerta y no tengo la menor idea de quién puede ser. Así que voy lentamente y la abro, sin embargo, ya no es sorpresa porque es mi hermana la que pasó por mis aposentos. 

— ¿Qué quieres ahora? — le pregunto un poco preocupado porque así uno debe estar cuando ella se aparece. 

— Solo vine para decirte que no le conté nada a mi padre y menos al comandante Mauricio, sobre tu interrupción en la misión y no debes preocuparte porque lo sepan. Nadie les contará nada al respecto— no sabía que mi querida hermana podría hacer algo como eso por mí, pero escucharlo por segunda vez me animó. 

— Muchas gracias por no decirles nada, no sería bueno un inconveniente con ellos a estas alturas, gracias Artemisa por ser tan considerada — dos veces le agradecí porque no me delató, ya que cuando pequeños siempre lo hacía. 

— No me tienes que agradecer nada, solo no vuelvas a hacer eso. Piensa en si te hubiera pasado algo malo, nuestro padre no se lo perdonaría— Maslan tiene toda la razón, así que lo pensaré muy bien antes de hacerlo una próxima vez.

Continuamos conversando hasta llegar al punto de preguntarle si piensa en alguien para que sea su compañero de vida, pero ella me dice que aún no tiene a nadie. Me hace la misma pregunta y le digo que no tengo, sin embargo, puede estar más cerca de lo que cualquiera pueda llegar a creer.

Teníamos mucho tiempo sin conversar un largo rato, ella solo piensa en su rol que tiene en la legión y solo me preocupo en ser reconocido como un guerrero digno para heredar el trono de mi padre. Sé que lo voy a lograr si continuó entrenando muy duro constantemente. 

Arturo

Partiendo para el local de entrenamiento me encuentro a Apolo, pero antes de conversar con él quiero ver que tiene para ir a entrenar. 

— Que bueno que te encuentro, sé que también irás a entrenar. Pero tenemos algo muy serio que hablar— me deja preocupado con su última frase.

— Quería hablar o saber otra cosa, pero dímelo, no pierdas el tiempo— trato de ser apresurado en ese sentido.

— El día que estuvimos en el ataque al campamento, vi que alguien se escapó, pero ese no es el problema porque uno de nosotros tuvo que dejarlo ir— ahora si estoy más inquieto con ese tema, pensé que nadie más sabía de eso y ahora me sale este con eso. 

— Quizás ella se escapó por su cuenta, los moky son muy buenos guerreros y poseen muy buenas habilidades— le digo para tratar de que no piense que yo fui el responsable. 

— Lo único que sé es que estabas muy cerca de ese lugar, además después saliste por otro lado para no levantar sospechas ¿por qué dejaste ir a ese guerrero? — Apolo me hace una pregunta muy objetiva. 

— Bueno ya no hay necesidad de ocultar nada, así que quiero que me prometas que no se lo dirás a nadie, absolutamente a nadie ¿entendido? — le hago una pregunta para estar más seguro de lo haré ahora.

— Esta bien, lo prometo, seré como una tumba— Apolo asiente, aunque no sé si sea una buena idea, pero debo hacerlo. 

— Esa noche del ataque estaba combatiendo con dos enemigos a la vez, pude derrotar a uno de ellos. Pero después de eso tenía acorralada a una guerrera e incluso la tenía en mis brazos. Sin embargo, al ver sus ojos me llegó la sensación de que la dejara ir y eso mismo fue lo que hice, después salí por otro lugar para evadir cualquier sospecha que pueda llegar a tener — luego de eso respiro muy profundo al sentir que me quité un peso de encima. 

— ¡Wao, tú si que eres un afortunado, mi amigo! Hasta que al fin pudiste conseguir a una leónida, pero la dejaste ir — pensé que lo tomaría de otra manera, sin embargo, él no es como mi hermana porque siempre busca como solucionar mis problemas, en cambio Artemisa me crea más problemas. 

— No es que sea afortunado, es que no quise matarla en esos momentos. El karma se encargará de mí, me dirá si tomé una mala decisión. De lo contrario tendré que estar conforme con lo que sucedió — dicho esto Apolo solo sonríe y me mira de forma intensa, sabe que soy muy sabio con respecto a esos asuntos. 

— Algo debes ser, nadie sabe si dejaste escapar a tu futura esposa. Sabes que necesitarás a una reina para que te acompañe en el trono de la tribu chirü, así que ya es hora de salir tras ella— gran consejo por parte de mi mejor amigo, lo tomaré en cuenta. 

Seguimos conversando mientras caminábamos a los campos de entrenamiento, él siempre ha sido ese amigo que está para mí en las buenas y en las malas. Se necesitan más como él en un mundo en que la maldad se multiplica y el amor al prójimo disminuye.

Estamos a punto de llegar a los campos de entrenamiento.

— Debes tener en cuenta tu defensa a la hora de atacar, te lo he dicho varias veces. Debes comprender que lo hago por tu bien, no todo lo que hago por ti es un mal — me dice Artemisa mientras nos enfrentamos en los entrenamientos. 

— Sería como atacar y no olvidarme de que debo defenderme, bien entiendo tu punto de vista— le respondo lo más tranquilo posible, así evitar una discusión con ella. 

— Como ya lo has comprendido sigamos mejorando tu defensa y olvidemos los ataques— me parece buena idea la de mi hermana. 

Así que seguimos entrenando más de una hora y en el momento de acabar el comandante Mauricio toma la palabra, quiere decirnos algo muy importante. 

— ¡Guerreros de la tribu chirü! Creo que todos han notado que hemos sido más exigentes en este entrenamiento que en todos los anteriores. Quiero decirles que tenemos muchas razones para eso, pero se los diré luego de esta pregunta ¿están listos para una guerra? — esas fueron las palabras de introducción de nuestro comandante y nos hace una pregunta muy importante. 

— De mi parte puedo decir que estoy listo, pero no puedo hablar por todos— le dice Apolo. 

— Digo lo mismo que el compañero— Maslan desde enfrente le responde. 

— Todavía no lo estoy y creo que la mayoría de nosotros tampoco — le respondo a nuestro comandante, tuve que decir la realidad de muchos. Algún día seré su rey y no puedo andar con rodeos. 

— Eso era lo que quería escuchar, gracias Artemisa por tu honestidad. Para nadie es un secreto que tenemos muchos guerreros que nunca han participado en una gran batalla y menos en una guerra, así que necesitamos entrenar muy fuerte para estar preparados por si viene una guerra— agrega el comandante y se cruza de brazos como si esperara algo más. 

— ¿Por qué nos hace la pregunta de si estamos listos para una guerra? — una guerrera le hace esa interesante pregunta. 

— Algunos de ustedes no lo saben porque era un secreto de guerra, pero ya es tiempo de que lo sepan. Hace días una manada de leónidos, atacó uno de nuestros campamentos y mató a tres de nuestros guerreros, el único que sobrevivió fue mi hijo Cristóbal. Después atacaron otro campamento, pero gracias a que habíamos enviado una manada a patrullar la zona pudimos contraatacar; en ese ataque murió uno de los nuestros y llegamos a la conclusión de que son los moky que intentan irrumpir en nuestra tierra. Dicho esto todos saben que los leónidos tenemos prohibido pasar alguna frontera correspondiente a otra tribu— el comandante, le responde con elocuencia al guerrero, pero él no era el único que no sabía lo que había sucedido.

Al finalizar las palabras del comandante, el pánico invadió el campo de entrenamiento. Muchos de nuestros guerreros le temen a los moky y todo por la mala fama que tiene el rey Roberto de no tener piedad con ningún guerrero que sea de nuestra tribu. 

Se escuchaba mucho ruido por todo el lugar, algunos guerreros salieron de la fila y otros hasta se iban del lugar. No obstante, todos se quedaron tranquilos al ver a uno de los descendientes del guerrero legendario de los leónidos el gran Samuel, si al llegar el rey Fernando llegó la calma consigo. 

— Guerreros de la tribu chirü no teman a que los moky sean los saqueadores, no olviden que su rey fue desterrado y derrotado por nosotros. Ellos son los que deben tenernos miedo porque somos los más fuertes de las cuatro tribus, ni siquiera los raba pueden meterse con nosotros los chirü. Para finalizar quiero decirles que no perderemos ante ninguna tribu de leónidos, así que no hay nada que temer — nos dice mi padre a todos los que estamos en el campo de entrenamiento.

Después de ese discurso de aliento que hizo el rey, los guerreros se armaron de valor y juntos todos gritamos ¡viva el rey de los chirü y todo la tribu, hurra! Y de esa forma finalizan los entrenamientos y todos nos vamos del lugar. 

Tengo que entrenar muy fuerte, ya es tiempo de demostrar mi potencial. Sé que Artemisa me ayudará, ella quiere que dé lo mejor de mí porque sé sentiría avergonzada de tener un rey débil.

EL REY MUY FELIZ POR LAS BUENAS NOTICIAS. 

ARTURO NO DEJA DE PENSAR EN LA LEÓNIDA A LA QUE DEJÓ ESCAPAR. 

UNA CONVERSACIÓN CON ARTEMISA YA QUE HACE BASTANTE TIEMPO NO NO HACÍAN.

APOLO LE CUENTA A ARTURO SOBRE SU DUDA, PERO ÉL LE DICE LA VERDAD. 

TODOS SABEN SOBRE LOS ATAQUES DE LOS MOKY, AL PRINCIPIO TEMÍAN Y DESPUÉS DE ESCUCHAR A SU REY, TODOS ESTÁN DISPUESTOS A MORIR POR SU TRIBU.

CONTINÚEN LEYENDO LA HISTORIA, GRACIAS A TODOS LOS LECTORES..♤

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