El punto de vista de Sofía
La sala de estar estaba tensa, un silencio denso flotaba entre nosotros cuatro. Ian estaba de pie con una postura firme, su presencia dominaba la habitación como de costumbre. Jacob se apoyó contra la pared, con los brazos cruzados y la mirada aguda, escrutándonos como un comandante militar evaluando a los nuevos reclutas. Jenny y yo nos sentamos uno al lado del otro en el sofá, nuestros hombros casi tocándose.
El secuestro nos había sacudido a ambos, aunque Jenny llevaba la peor parte. Incluso ahora, días después, podía ver la mirada angustiada en sus ojos. Estaba tratando de ser fuerte, pero el miedo todavía estaba ahí, acechando justo debajo de la superficie. Había cambiado algo entre nosotros: nos obligó a enfrentar la realidad de los peligros que enfrentábamos.
La voz de Ian rompió el silencio, firme y seria. “Necesitamos hablar sobre lo que pasó“.
Jenny se estremeció ante la mención, pero le apreté la mano, asegurándole silenciosamente que yo estaba al