Capítulo 42. Ejercicio de confianza
Anabella dejó a Lizzie dormida y cansada luego de patinar, comer pizza y donas de chocolate, Teresa aceptó quedarse con Lizzie y ahora Anabella va con John en su auto, como siempre en silencio, pero hoy tienen mucho en que pensar.
John ingresó al estacionamiento subterráneo de su edificio, estacionó y observó a Anabella.
—En qué lío nos hemos metido señorita Díaz —comentó John mirándola de soslayo.
Anabella jugó con sus manos y su corazón se aceleró, cuando estaba con él le costaba pensar y racionalizar que era mejor, después de verlo con el cariño que trata a su hija aún más.
—Estaba dispuesta a no casarme contigo, pensé que no era justo para ninguno de los dos, entonces Mark con su egoísmo dijo… Bueno tú lo escuchaste y entonces ella se rio —Anabella calló un momento y bajó la cara negando con la cabeza—. Ahora no puedo rechazar tu propuesta, de verdad perdón por meterte en todo este enredo que es mi vida y perdón por haber contemplado retractarme antes, una vez más tom