Ha pasado mucho tiempo desde que nos habíamos visto,desde su boda realmente y sinceramente en un punto de mi vida lo había olvidado ya no era parte de mi día a día, pero volverlo a ver, me traía todos esos bellos momentos, donde me hacía sentir especial.
Salimos de la oficina con pasos lentos, platicamos de cosas simples como el clima, de cómo habíamos aprovechado el tiempo en Italia, cosas muy simples y sin importancia.
Llegamos a una linda cafetería, era un lugar con un toque especial entre el pasado y presente, por dentro un aura de paz y confort con unas luces tenues que inducían a lo íntimo y privado, mientras que por fuera, un unas sillas frente al restaurante con unas diminutas mesas, un lugar muy bonito para descansar, yo hubiera preferido mil veces quedarme fuera y poder admirar el paisaje, pero ciertamente el lugar no se prestaba para comer, así que entramos a una mesa en un rincón bastante acogedor pero lejos y reservado.
No era de mi desagrado quedarme a solas con él, es