Capítulo 63 Nuestros secretos, tu mentira.
El silencio entre Emiliano y yo no fue incómodo esta vez. No había tensiones, ni vacíos que necesitaban ser llenados con palabras forzadas. Ambos habíamos hablado desde lo más profundo de nuestro corazón, compartiendo fragmentos de nuestras historias que nunca habíamos contado antes.
Él me había explicado por qué no estaba casado, y yo, en un acto de vulnerabilidad, le conté por qué amé tanto a Gabriel.
Hace tiempo que no pensaba en él. Mi mente había permanecido enfocada en Jacobo, quien había logrado capturar mi atención. Pero, por un instante, me di cuenta de algo que me heló. Estaba repitiendo el mismo patrón de años atrás, cuando mi mundo giraba alrededor de Jacobo. Aunque solo éramos amigos, él siempre estuvo allí, como una sombra que ocupaba todos mis pensamientos.
Rogaba, con cada fibra de mi ser, para que él me viera, para que me prestara atención, para que compartiera su vida conmigo, sus días, sus inquietudes. Y ahora, en este preciso momento, sentía que volvía a estar en e