Jun despertó la mañana siguiente, sintiéndose sumamente a gusto. La calidez que le dio la bienvenida al abrir los ojos, hizo que emitiera un suave suspiro—sintiéndose encantado.
Sin embargo, su humor cambió a uno de alarma una vez notó la mano que cubría su protuberante estómago. No sabía en qué momento habían pasado a la íntima posición, pero se encontraba prácticamente debajo del fornido cuerpo de Brendan, totalmente acurrucado. Lo divisó de reojo y pudo ver que aún dormía.
El Alfa lo abrazó con fuerza al sentirlo tratar de alejarse, y Jun sudó nerviosamente. La fuerza de sus brazos era imposible de liberar y se rindió. Optó por mover su mano delicadamente y se detuvo al sentirlo inclinarse.
"... ¿Qué estás haciendo?" Preguntó el hombre con humor.
"No quería despertarte." Dijo la primera excusa que llegó a su mente, la cual era parcialmente cierta.
"¿Dormiste bien?"
Frunció levemente el ceño ante la pregunta, aún no entendía por qué se comportaba tan familiar. Era como si los meses