Brook
Después de una insoportable noche de insomnio, agradezco tener que ir al trabajo, mis ojos se mueven rápidamente de la mujer que sigue dormida sobre mi cama y maldigo mis propias decisiones cuando mis instintos gritan que es simplemente desagradable dormir con la mujer que le hizo daño a mi luna.
Me doy una ducha y salgo casi media hora después, me coloco una chaqueta por encima de una camisa blanca, unos vaqueros de color negro y estoy a punto de salir del cuarto cuando la molesta voz de Ivette me detiene en la puerta.
—¿Vas a volver esta noche también?, o seguirás durmiendo en ese mugroso agujero hasta la madrugada como hiciste los últimos días.
—Ese no es tu problema — gruño — más bien deberías decirme cuando es tu ciclo de calor — me doy la vuelta para mirarla — no quiero cometer el desagradable error de revolcarme contigo.
—¿Error? — chilla tirando su antifaz de dormir con furia sobre las sábanas — soy tu mujer y dentro de un año u odies, tendrás que hacerme un hijo, m*