Will da vueltas por la habitación, enfadado. Sabía que muchos compañeros metían facturas en las cuentas de la empresa, pero el desfalco puede llegar a rozar varios millones.
- ¿Cómo no me he dado cuenta antes? ¡Me han estado robando!
Estampa el puño contra la mesa que cruje de una forma preocupante.
- Will, cálmate. Algo podrás hacer ¿No?
Por regla general se termina el contrato con la persona que intenta engañar a la empresa, pero hay tantos involucrados que no sé muy bien como va a actuar.
- Por supuesto. Voy a renovar la plantilla.
A la calle. Todos. ¿Va a mirar uno a uno o va a despedir indiscriminadamente a todos? Está tan alterado que no me atrevo a preguntarle.
- Pero estas facturas son solo de un par de años - puntualizo - ¿Vamos a mirar todas?
Son las tres de la mañana. No quiero ni pensar cuanto tiempo podemos emplear en revisarlo todo.