Es la tarde del domingo, donde se encuentran velando al joven Braulio en la capilla, aunque sin cuerpo presente ya que aún lo tienen en la morgue, siguiendo haciéndose análisis y demás procesos indagatorios; En fin, el cuerpo sería entregado directamente a la iglesia, pero la estadía en la capilla era necesaria para brindar apoyo a la familia de Braulio.
Las horas en el lugar se sienten totalmente tensas e interminables, con los incesantes llantos de la madre junto con el dolor del padre, la escena era demasiado triste para Evangelina, la cual comienza a marearse y decide salir a la calle, para respirar un poco tomada del brazo de su amado, el cual le servía como soporte y apoyo.
- ¿Estas bien Evangelina? He visto que te querías desvanecer…
- Muy bien Guillermo, solo fue como un intento de desmayarme pero, por fortuna no sucedió… el haber hablado anteriormente con tantos agentes y policías, me provocó que me revolviera el estómago, además de que no estoy acostumbrada