En ese momento, Christian salió del área turística con Carmen a su espalda, riendo y hablando. Se encontraron con treinta o cuarenta jóvenes hombres que bloqueaban la entrada principal con una actitud amenazante. Se sintieron un poco confusos y no sabían qué había pasado.
—¡Jefe, es este chico! ¡Nos lastimó!
—Asegúrate de vengarnos por nosotros.
Cuando vieron a Christian aparecer, el hombre con los pendientes se animó y señaló en dirección a él con odio en su rostro.
—Lleva tus herramientas para pelear.
—¡No lo dejes escapar!
El líder resopló fríamente y arrojó la colilla del cigarrillo al suelo.
A sus órdenes, treinta o cuarenta jóvenes hombres sacaron armas como cuchillos y palos, se apresuraron hacia Christian y Carmen, rodeándolos en un grupo.
Detrás de ellos, el novio de Ana estaba preparándose para ir a enseñarle una lección a Christian cuando repentinamente vio que treinta o cuarenta hombres malvados rodeaban a Christian.
La escena lo asustó mucho. Rápidamente detuvo sus pasos y