La atención en el interior de aquella celda era demasiado alta, aquel hombre se encontraba resuelto a jalar del gatillo, mientras que Alessandro se encontraba aferrado a la vida y dispuesto a hacer lo necesario para salir de prisión y recuperar la vida que solía llevar.
De un solo movimiento Alessandro se levantó de la silla y se lanzó hacia un costado, aquel hombre disparó en dos ocasiones, mientras que Alessandro avanzó rápidamente sin darle oportunidad a aquel hombre que pudiera disparar una vez más.
Alessandro con una mano lo tomó por el cuello, mientras que con la otra le arrebató la pistola y apuntó directo a su cabeza.
En ese preciso momento ingresaron varios hombres buscando defender y cuidar la vida de su jefe, pero Alessandro había tomado el control de la situación.
—Quietecitos todos, porque ante el más mínimo movimiento brusco les aseguro que mandare a este maldito anciano al infierno y no estoy jugando —habló Alessandro mientras mantenía el ceño fruncido y dispuesto a j