Fuera de la habitación de Mariana, Marcus caminaba hacia la sala de estar, cuando sintió que lo tomaron bruscamente del cuello.

— No vas a quitarme el amor de mi hija maldito bastardo, no sé qué es lo que planeas, pero si le rompes el corazón te acabaré, sé que Mariana realmente no te importa. — dijo Maximiliano que amenazaba a su ex mejor amigo y cómplice.

Marcus se rió por lo bajo.

— Mariana es tu única hija y te recuerdo la promesa que me hiciste a cambio de ayudarte a deshacerte de todo lo que te estorbaba para lograr ser el único heredero de tu padre, así que no te estoy robando lo que ya me pertenece, y por tu bien mi querido Maxi, será mejor que no intentes hacer algo en mi contra, si vuelvo a desaparecer de su vida, ella nunca te lo va a perdonar, después de todo, yo soy su valioso tío, su aliado incondicional en contra de la muchacha a la que ella odia, y tú, no puedes decirle la verdad sobre que ella es tu única hija, ¿No es verdad? Mariana siempre va a creer que en algún pu