50. Quiero que ardas
Amir

Ni siquiera lo pienso y tomo a Samira de la mano y la guío fuera del jardín sin siquiera despedirnos de nadie.

No es como si ellos no supieran qué es lo que vamos a hacer ahora mismo. La chiquilla viene callada y sonrojada a mi lado y cuando llegamos al pie de las escaleras la cojo por sorpresa cuando la tomo en brazos.

—¡Amir! ´¿Qué haces?—su rostro entre sorprendido y asustado me saca una sonrisa.

—Llevo a mi esposa a su noche de bodas, por supuesto—le digo.

Y así, con una sonrojada y risueña Samira en brazos, subo las escaleras hasta que llegamos a mi habitación. Esa misma que mandé a adecuar para este momento, pues aunque ella no puede ser, si puede oler y sentir y espero hacer de esta noche algo inolvidable.

Al entrar dejo un beso pequeño sobre sus labios antes de lentamente irla poniendo en el suelo mientras veo como parpadea con rapidez antes de decirme.

—Huele… Huele a flores—me dice y no paso por alto la emoción que se filtra en su voz.

—El hecho que no puedas ve
Lizzy Bennet

Miiiiiis amoreeeeeeeees, que aquí está la primera parte de la noche de bodaaaaaaaaaaaaa!!! jejeje Gracias por leer, son las mejores lectoras!!!

| 60
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP