━━━━━━━ ⟡ ━━━━━━━
Se despiertan casi al medio día, y él la besa en la espalda.
—¡No me beses Antonio!
—¿Porqué no?
—¡Recién nos despertarnos!
—Ja, ja y eso que ya voltéate… Vale, no quiero solo besar tu espalda. —Él brinca hacia su lado porque ella no se mueve, y se pone a su frente mirándola fijamente sonriéndole.
Entonces, ella le da un pavor tremendo —¡Ah! ¡Estoy despeinada y…!
—Acostumbraste a que te mire así.
—Te ves hermosa despeinada, me gusta como quiera que este mi amor.
Se levanta rápidamente, y le lanza una almohada —¡Noo!