Hoy Erick tiene revisión, pero el médico es el que viene, primero para confirmar que ya se puede levantar sin problemas y para que así no cometamos un error tratando de levantarlo. Dejaremos que el venga y nos diga su diagnóstico.
—No creo que sea necesario que te quedes más en cama Erick —él sonrie—, no, alto, no te estoy diciendo que ya puedes ir a subirte a un caballo o ir a correr, pero sí que puedes ir a trabajar y comer ya en el comedor. No debes de cargar mucho peso y cuidado con las actividades que requieran esfuerzo.
—¿Cómo el sexo?
—¡¡Erick!! —grito yo al instante—. ¿Por qué preguntas algo así?
El médico sonrie y yo me pongo roja, no puedo creer que lo ha dicho en voz alta.
—Lo siento pequeña, pero necesitaba que preguntarlo.
El médico lo sigue revisando y dando algunas instrucciones, yo tomo nota mental y corroboro que anote todo en la receta, por si Erick piensa no hacer lo recomendado. Algunas indicaciones conforme al pago y las facturas que sus honorarios conllevarían y