—Valentino nos invitó porque tiene algo que informar, mi abuela ya lo ha dicho —reiteró la castaña, con su mirada afilada y un tono de voz indiferente y arrogante.
—Ya es suficiente —cortó Atenea con calma, dirigiendo la mirada a su esposo—. Diles, amor mío, diles la verdad.
—¿Qué quiere decir esta