Eva.
–Recuerde que debe tener en cuenta las dos próximas ecografías, en cuanto las tenga en su mano tráigalas para examinarla y remitirla con el mejor medico en temas de fertilidad, su esposo nos la ha recomendado especialmente – me dice el medico que me sonríe y me mira de forma candorosa.
–No es su esposo – suelta Gigi rodando los ojos con fastidio al tiempo en que agarra mi maleta y se prepara para ayudarme a salir del hospital.
–Todavía – aclaro yo.
El medico nos mira sin entender muy bien la situación, pero es mejor de ese modo, en primer lugar, no tengo porque darle explicaciones, y en segundo lugar, esta historia es demasiado enredada como para explicarle.
–Recuerde tomar las vitaminas y mantenerse hidratada, tampoco puede saltarse las comidas, de ahora de adelante usted tiene que pensar por dos – señala a mi estomago y yo asien