"Por mí, perfecto", me contestó sacándome la lengua, haciendo que su boca se enrojeciera más y más con cada mordisco.
Miré a su lado y vi una escopeta apoyada en el mostrador. Rosie solía utilizarla para ahuyentar a los depredadores de sus gallinas. La señalé con un gesto. "¿Qué ha pasado?"
Sus ojo