A la mañana siguiente luego de una noche demasiado larga todas las lobas fueron convocadas una vez más a la plaza. Todas conocían a la perfección el motivo de aquella reunión, el alfa hablaría sobre los recientes rumores y solucionaría el problema. Cuando Estella y Noah llegaron a la plaza recibieron unas cuantas miradas despectivas y escucharon algunos comentarios y chismes. Noah intentó no prestar atención a nada de lo escuchaba, en cambio Estella ardía de furia y su amiga tuvo que calmarla en más de una ocasión para evitar que le enterrara los colmillos a alguien. Muchas lobas retrocedían atemorizadas, otras en cambio no demostraban temer y tentaban su suerte. Una de ellas era la misma chica que anteriormente se había metido con Noah y había comenzado el chisme insinuando que Noah intentaba seducir al Alfa.
-Parece que el Alpha por fin va a hacer limpieza, ya era hora de que comenzaran a sacar la basura. – dijo la chica y las que estaban a su alrededor comenzaron a reír, excepto A