— Mejor revíseme aquí en su sofá, me coció la cabeza ayer en este mismo lugar. — eso me enfada, no que ella se rehusé a ir a mi cuarto, aunque ya había pensado como devorarla, lo que me molesta es que en menos de 24 horas mi bollito de azúcar esta herida nuevamente.
— De acuerdo, solo si me dices la