NARRADOR
Fermín, en cuanto llegó a casa de Taddeo, fue a buscarlo en su habitación, lo encontró pasado de borracho y no reaccionaba para nada, pero él debia hacerlo reaccionar, por Grecia y su hijo.
—Irene, prepara un café bien cargado y un caldo que le haga pasar esa borrachera que se carga, yo me encargo de despertarlo — Irene, se fue a la cocina a preparar todo.
Fermín se queda con Taddeo y con todas sus fuerzas lo lleva como puede hasta el baño, en donde lo coloca debajo de la ducha fría y lo mantiene ahí hasta que reacciona
—¿Qué haces? —Taddeo, despierta e intenta salir de la ducha.
—Tienes que estar en tus cinco sentidos para ver a Grecia —informa Fermín, y Taddeo se emociona.
—¿La encontraste? Llévame con ella —Taddeo emocionado, pero aún no puede mantenerse en pie por sí solo.
—Viene en camino y antes de contrarte su estado debes estar bien, así que de aquí no sales —Fermín, mantuvo a Taddeo un largo raro bajo la ducha, cuando este estuvo lo suficientemente sobrio para mante