Lo vio salir de la habitación, dejándola con la palabra en la boca. ¿Ese hombre era real?
Se cambió de ropa lo más rápido que pudo, y luego prosiguió a quedarse un momento sentada en la cama. Para rematar su desgracia, su padre la estaba llamando.
— Hola, papá. ¿Pasó algo?
— Quería saber cómo estabas, puesto que no te has comunicado conmigo en semanas y eso me tiene preocupado. ¿Pasó algo de lo que deba saber? —preguntó su padre—. ¿Estás durmiendo bien?