128. ABUELOS
En este momento son interrumpidos por la abuela Tania que les pide que vayan a tomar el té. El abuelo les sigue al momento, invitándolos a pasar al salón. La risa de los niños hacen que giren sus cabezas para verlos llegar corriendo y dirigirse hacia ellos. Llegan y se les lanzan a los brazos besándolos felices.
—¡Abuelito viniste a verme!—exclama Lucía entusiasmada
—Sí, mi niña, vine a verlos a los dos. Vinimos, porque su abuela también vino a verlos.
—¿Ya abuelita nos quiere también? —pregunta Lucas.
—Yo siempre los he querido. —Responde la abuela y se inclina para besarlo. —Eres igualito a tu papá, cuando tenía tu edad.
—¿De veras abuela? ¿Me parezco a mi papá? —pregunta Lucas emocionado.
—¿Y yo abuelita, a quien me parezco? —pregunta Lucy a su vez.
—Te pareces mucho a tu tía, hasta tienes los huequitos en tus mejillas.—Contesta la señora Thompson emocionada
—¿En serio, abuela? ¿Y por qué estás llorando?
—No lloro, estoy emocionada y feliz de verlos.
—Mamá y papá, no están. —Dice L