Todo sucedió tan rápido: todo fue un borrón mientras Waverly se precipitaba hacia adelante, atacando a Mia con toda la rabia y la agresividad contenidas que había sentido no solo por ella, sino por Sawyer, Pietro y Darren. Ellos estaban detrás de todo: el incendio de Tillbury, la muerte de Pietro... Darren.
Sus brazos se balancearon frente a ella mientras se movía para asestar un golpe. Sabía que no la mataría, pero podría ser suficiente para herirla y ganar más tiempo. Pero cuando estaba a centímetros de su objetivo, Mia se hizo a un lado, haciendo que Waverly casi cayera hacia adelante.
—Ahora vamos, seamos un poco realistas aquí. Acabas de dar a luz. ¿Realmente crees que puedes enfrentarte?
Waverly la miró, sin aliento. Sabía que tenía muy pocas posibilidades de tener éxito, pero aun así tenía que intentarlo. Si no por ella, por Sawyer y su hijo. Hizo acopio de fuerzas y luego, una vez más, saltó hacia la sirena, con la esperanza de pillarla desprevenida. Pero era como si el