Todos en la habitación se quedaron en silencio. Lexie se puso en pie y se quitó los guantes que usaba para evitar callosidades en sus manos cuando alzaba peso, vio a su padre y sonrió antes de decirle que no iba a donar ni un pedazo de uña.
—Lexie, necesitas escucharme.
—No necesito y tampoco quiero.
—Lexie, sé que no tienes relación con Cristina, pero eres una opción. Revisé tu tipo sanguíneo y coinciden, es solo hacerte un examen.
—No quiero hablar de Cristina.
—Lexie es la vida de otra persona. La vida de una mujer joven que
Lexie se cruzó de brazos y le miró a los ojos antes de recordarle que él era el culpable de la muerte de su madre.
—Hipócrita, pedazo de b****a, qué tiene de especial la cabrona drogadicta que vale más que la vida de mi mamá. —Respondió Lexie, le tiró un golpe en el rostro y otro.
Raymond se quedó en quieto d
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