Al día siguiente, José quiere saber qué estaba pasando con su hija Regina porque la verdad ha estado de manera extraña, sin embargo, eso sería algo demasiado protector de su parte.

Recordando que ella tiene la edad suficiente para asumir las consecuencias de sus actos, aunque igual cuando la ve pasando por la cocina para buscar su desayuno tiene miedo de preguntar acerca de su nuevo trabajo porque no tiene ni idea de donde queda, incluyendo algo de su jefe o compañeros de trabajo.

Pocas veces le ha prestado atención a Karen, a diferencia de Regina, quien la ama demasiado, ocupando el primer lugar en su corazón.

Con toda la pena, le iba a preguntar, por eso se fue a la sala mientras que ella estaba comiendo.

—Hija ¿Cómo ha estado todo? ¿Si te has sentido cómoda en tu nuevo trabajo?—fueron las primeras preguntas que vinieron a la mente de Rafael en este momento.

—La verdad más o menos, pero lo tengo que hacer porque necesitamos el dinero—luego Regina hace una pausa en sus palabras—sabes