No había querido salir de la recámara en todo el día aún seguía creyendo que la respuesta llegaría a mí en algún momento y quizás necesitaba estar sola para que así fuera.

No sabía qué más hacer mis padres liam y Mateo aún no llegaban supongo que tenían que organizar absolutamente todo para que todas aquellas personas llegaron a esta manada.

Sabía que Leandro también estaba fuera organizando todo y me frustraba estar aquí encerrado pero sentía que si salía iba a ser solamente un estorbo y sabía que nadie estaba para eso en este momento.

La puerta de mi habitación se abrió y Leandro se adentró tenía una bandeja de comida en sus manos.

Le sonreí agradecida con el gesto él tomó asiento junto a mí colocando aquella bandeja en mis piernas.

— estás bien?— preguntó

Quería decirle que sí solo para no quedar mal ante él me sentía como un fracaso yo era la que tenía que estar abajo dando órdenes tomando decisiones sin embargo estaba aquí encerrada como una estúpida como una cobarde no había