Sus colmillos salieron de mi cuello para luego recibir sus embestidas, mis manos se aferraron a su espalda.
Me sentía en el cielo.
Sus labios atacaron los míos de forma apasionada.
Gemi completamente extasiada.
Desperté con el cuerpo completamente adolorido, abrí los ojos dispuesta a levantarme para ir al baño pero grité del susto al ver a Mateo ahí mirándome fijamente
¿Y a este que le pasa?!
Ya tiene que dejar de hacer ese tipo de cosas!!
— Por qué estás ahí?!— Pregunté
— Te sientes bien?— Preguntó con una voz apagada
— Por qué no lo estaría?— pregunté confundida mientras me sentaba.
— anoche me excedí contigo intenté controlarme lo más que pude pero no lo logré y te lastimé
Como que me lastimó?
Yo me sentía feliz y dichosa.
— Claro que no me lastimaste Mateo
Él tomó el espejo que estaba en la mesa de noche lo puso frente a mí, tenía el cuello muy rojo casi morado con sus colmillos ahí aún no había cicatrizado, apenas levanté mi brazo para tocar mi cuello pude ver que tenía un