Capítulo 14 —Respuestas
Narrador:
El pasillo principal de la Fundación Duval estaba en silencio, salvo por el eco distante de pasos. Cédric cerró la puerta de su oficina con lentitud y, al girar, la vio. Colette estaba sentada en uno de los sillones del vestíbulo privado. Impecable como siempre, pero con la mirada perdida y la mano aún apoyada sobre el móvil, como si acabara de colgar. El gesto de su rostro no era habitual, no en ella. Cédric se acercó con cautela.
—¿Todo bien?
Colette levantó la mirada despacio. Sus labios ensayaron una sonrisa, pero ni siquiera se molestó en fingirla del todo.
—He tenido una conversación desagradable —respondió —Nada grave. Solo agotadora.
—¿Con alguien de la fundación? —preguntó él, sentándose a su lado.
—No. Con mi hija Desirée. —Eso bastó para que se le helara la sangre en las venas, pero Cédric se mantuvo en silencio unos segundos. No preguntó más, solo la observó. —Ella cree que he cometido un error al ponerte al frente de esto —añadió Colette,