Fue entonces cuando una persona de la Academia de Arte escribió un nuevo mensaje: “La estuvimos etiquetando durante dos horas. Hasta un ciego puede verlo. Creo que nos está evitando. Tal vez está asustada y avergonzada de admitirlo”.
Christopher se cansó de las críticas y decidió dar un paso al frente. Escribió: “Suficiente. Detén esto de una vez.”.
Sin embargo, su advertencia no los disuadió, ya que solo alimentó más su frustración.
Los mensajes siguieron: "Señor presidente, su trabajo representa el rostro de la academia. Si esto sale a la luz, avergonzará a toda la organización. Te pusiste demasiado de su lado. Sé cuánto te gustaba antes, pero ahora es un pedazo de basura, horrible.”
Otra persona escribió: “¿Quieres que nos detengamos porque estamos diciendo algo incorrecto? No, es la verdad. Si quieres evitar que hablemos de esto, dejaremos la academia”.
Y otra contestó: "Sí, nos iremos".
La situación poco a poco se salió de control y muchos de ellos amenazaron con dejar