Era extraño pensar que el chico terminara convirtiéndose en su marido en el futuro, el exmarido, ahora divorciado dos veces que no le diera más que sufrimiento...
…
Los recuerdos regresaron a raudales.
Sylvia miró el cielo nocturno a través de la ventanilla del coche. Su mente estaba en blanco.
Odell se sentó a su lado y la miró pensativo.
Era como si su mirada fuera a penetrar su cráneo.
A Sylvia le costaba creer que él fuera el chico al que rescató esa noche. De repente sintió una pesadez inexplicable en su corazón y después de un tiempo, de repente se le ocurrió un pensamiento. Ella se volvió hacia él y le preguntó:
—Odell, no crees que Tara fue quien te salvó esa noche, ¿verdad?
Odell le dio una mirada confusa y permaneció en silencio.
La mirada perturbada en sus ojos era toda la respuesta que necesitaba.
Sintió algo atascado en su garganta y no supo qué decir.
Recordó cómo él siempre hablaba de cuánto le hizo Tara por él en el pasado y cómo ella era su único