Sylvia fingió que no se dio cuenta de que estaba apoyada contra él y preguntó: "¿Dónde están Isabel y Liam?".
Odell frunció los labios. "La Tía Tonya y Sebastian los llevaron a su habitación para que descansaran".
Sylvia tarareó en respuesta y abrió la puerta para salir del coche.
De repente una ráfaga de viento frío sopló y la hizo estremecerse.
Cuando estaba a punto de avanzar, sintió un peso repentino sobre sus hombros y descubrió que un abrigo grande y cálido de hombre la cubría.
Sylvia se puso rígida.
Odell le dio un golpecito en la frente. "¿Qué estás pensando?".
Ella lo ignoró y entró rápidamente.
Se detuvo al llegar a la sala.
Odell la siguió.
Él solo llevaba una fina camisa de lana y pantalones, pero su figura era recta y alta como de costumbre.
Sylvia levantó la mano para quitarse el abrigo y devolvérselo.
Sin embargo, él agarró el cuello del abrigo.
El abrigo se veía grande sobre el cuerpo de Sylvia.
Cuando tiró del abrigo, ella quedó envuelta en él como si fue