Su imponente figura entró en el coche y cerró la puerta de un portazo. La conductora ya estaba esperando.
John abrazó a Sherry y dijo con frialdad:
—Conduce.
El conductor se dio a la fuga de inmediato.
John se rio y tomó a Sherry en sus brazos. Sherry intentó defenderse tan pronto como la empujaron hacia el auto, pero cuando él la levantó, quedó aturdida nuevamente.
Antes de que ella pudiera reaccionar, el hombre se quitó las gafas y reveló su hermoso rostro delante de ella. Sus labios se cerraron instantáneamente.
Sherry estaba atónita.
Medio segundo después, ella comenzó a forcejear y trató de apartarlo.
En medio de su lucha se escuchó un fuerte ruido. Ella estaba presionada contra el asiento mientras sus labios la devastaban violentamente. Sherry comenzó a ahogarse. Todo lo que pudo hacer fue darle unas palmaditas en la espalda con ansiedad.
John ignoró los kilos y continuó besándola.
Después de que sus labios se hincharon y le quitaron el lápiz labial, la soltó