Las cejas de Sherry se fruncieron mientras observaba cómo el auto desaparecía en la distancia. Sólo cuando alguien le puso una chaqueta extra sobre el hombro se dio cuenta de que Carl la había seguido. La chaqueta resultó ser suya y la había dejado en la habitación.
Sherry lo miró y preguntó:
—Carl, ¿de qué se trata todo eso?
Ella había aceptado ayudar a Carl a asegurar su puesto en la empresa y fingir estar comprometida hasta que él asumiera el control. Sin embargo, se suponía que el falso compromiso era un secreto.
Carl parecía un poco nervioso. Un atisbo de soledad brilló en sus ojos, pero rápidamente volvió a su habitual expresión despreocupada. Sonriendo, dijo:
—Vamos, no te enfades. Sólo quería poner a prueba al hombre por ti.
Sherry estaba profundamente inquieta.
—¿Por qué lo estás poniendo a prueba?
—Viniste a Glenchester por él, así que pensé que al menos debería descubrir sus sentimientos por ti, ¿verdad?
Frunciendo el ceño, Sherry aclaró:
—¡Vine aquí p