Quiero renunciar a ser copiloto. Pero, aunque el corazón me late tan frenéticamente que quiere salirse, no me rindo, porque Ariana es mi animadora personal y no quiero decepcionarla.
—Tú puedes, madre. Mi mami es muy inteligente. Mami es capaz incluso de pilotear esto aunque no haya recibido una sola clase. — Alardea Ariana y yo miro a su padre que sonríe de la exageración.—¿Ah sí? — pregunta su padre con una sonrisa que me da una mala sensación.—Por supuesto que sí. ——Puedo dejarle mi puesto si lo desea, señora Aitana. Así nos deleita con sus habilidades como piloto— dice Helmut y yo lo observo mal.—Sí, mami. Papi es bueno, pero, puede aprender mucho de ti. Enséñale por favor. Es bueno que mi padre aprenda de todo un poco y de la mejor maestra— continua Ariana.—Cariño, detente po