Al otro día en la mañana regresaron a Chicago, cuando Liam llegó a su casa Rous estaba ardida por lo que él había hecho, ella de algún modo se enteró que Mariem había ido con él a Miami.
—Me dijiste que no ibas a estar con ella en todos estos meses del supuesto parapeto, pero se fueron juntitos a Miami.
—Basta Rous, entre ella y yo no hay nada.
—Ya no te creo.
Ella lo dijo gritando, entonces Liam con sarcasmo le dijo:
—Rous falta sólo cuatro meses para que ella se regrese a Europa, por qué no intentas esperar sin joderme la vida. Ella con tono autoritario agrego:
—No te permito salir con ella a ninguna parte.
—¿Y que se supone que debo hacer, si debo ir con la esposa a ciertas reuniones? ¿Te llevo a ti y les digo a todos que eres la otra?
—¿Así es como me ves ahora, como la otra?
—No, sólo quiero que entiendas que para esta sociedad yo estoy casado con ella.
—Qui