34. ¿Es buen amigo?
Martha
El señor Santori no volvió luego de la visita inesperada y a mí me dieron de alta al día siguiente así que regrese a la celda, me dijeron que había durado casi 24 horas durmiendo y los médicos no me iban a dejar ir así, así que esperaron a que yo despertará.
—¿Cómo estás? —me preguntó Isolda cuando me vio llegar.
—Respirando que es lo importante.
—Si te contará lo que pasó cuando te fuiste de vacaciones a la clínica.
—Pues cuenta que tenemos tiempo, tengo reposo.
—Me lo imaginé —me ayudó a acostarme boca abajo para que no me doliera tanto la herida, había acabado de tomar analgésicos y me sentía atontada, eran de los buenos.
—Santori fue a mi habitación ayer —le dije mientras ella se sentaba en el suelo junto a mi cama para hablar más calladas y mejor.
—Él vino personalmente a trasladarte—soltó esa bomba tan pancha.
—¿Qué? — hice el amago de levantarme y ella me volvió acostar.
—La guardia Sandra le avisó a su mano derecha, esa noticia corrió como pólvora, de hecho eres famosa