Irina.
Drogheda, Irlanda del Sur, a la mañana siguiente.
Cuando abrí los ojos esa mañana, sentí el olor de Ava cerca del mí, miré a mi alrededor, y me encontré que aún estaba en el camarote del Alfa, pero al contrario de lo que yo esperaba, él no estaba allí, sólo una durmiente y agotada Ava do