Cuatro meses después

Alexander se encontraba en su oficina, pasaba los días y prácticamente las noche allí, desde lo que pasó con Kristy no había tenido el valor para volver a la casa, fue al día siguiente del accidente y no aguanto estar allí ni cinco minutos cuando se derrumbó, todo en esa casa le recordaba a ella, a lo pudo ser y ahora ya no.

No hablaba con nadie, solo lo necesario, Sean y Josh trataban de ayudarlo, hacerlo cambiar, pero el solo se negaba y se alejaba, lloraba a diario en soledad, no había día que Kristy no pasará por su cabeza, su sonrisa y luego ese lindo recuerdo se nublaba con llanto, decepción y el auto en llamas, la culpa lo estaba matando, muchas veces se preguntó el porqué él seguía viviendo si ya no había nada para él.

Lloraba como los hacía a diario cuando la puerta de la oficina se abrió dando paso a Sean y Josh, Alex al verlos limpio su cara en vano con ambos manos pero ellos notaron que había estado llorando.

-Qué sucede- preguntó con la cabeza gacha-