Por Macarena
Pienso en mi boda y me emociono.
La boda, sí, me alegra, pero si fuera por mí, con vivir con él, es suficiente, claro que no quiero escuchar a mi madre hablar de ese tema y si tenemos hijos siempre es mejor estar casados, por el tema de papeles, apellidos y esas cuestiones.
Sí, me entusiasma entrar a la iglesia y unirnos para siempre, pero… ¿Quién sería mi padrino?
En general es el padre de la novia o un hermano o un tío y yo no tengo a nadie, solo Dante, que es mi mejor amigo.
Voy a hablar con Franco, pero cuando estemos solos.
Pasamos un excelente domingo, cenamos con mi hermana y Nico, en la casa de Franco, Dante se fue temprano con Sol.
Nico llevó a Celeste hasta la puerta de mi casa y llegamos juntas, Franco decidió entrar para comunicarle a mi mamá, que nos casamos el tercer sábado de febrero.
-Hola mami, estamos con Franco.
-Buenas noches señora, traje a las chicas y quería comunicarle, que es un honor para mí que Maca haya aceptado ser mi esposa.
Dice todo rápido