Capítulo 28— ¿Qué le pasa a Killian Alde? Narrador: Regresando a su habitación tras despedir a Iker y finalizar la tediosa fiesta, Eira se arrojó sobre su cama agradeciendo al cielo porque el día había terminado. Aunque había pasado una maravillosa tarde con Vael, la noche tras el anuncio de su madre de su noviazgo y lo que casi sucede en su habitación la hizo sentir tensa. No podía negar que Iker Vael era un hombre apuesto, inteligente y con una buena posición económica, lo que lo hacía un gran partido para cualquier mujer, pero el sentir que todos lo elegían sin tener en cuenta lo que ella deseaba la estaba asfixiando. Acurrucada sobre la acogedora cama, Eira meditó sobre si hizo lo correcto o no al rechazarlo y, asintiendo un par de veces, se sintió un poco más tranquila. Quería tomarse todo con calma, cerrar el ciclo con Killian para poder iniciar de nuevo completamente sana, ya que usarlo para superar un amor no correspondido no era lo más justo. Cerrando sus ojos cuando el c
Capítulo 29— ¡Maldito mentiroso! Narrador Ingresando al edificio de D&A con el corazón agitado, y con el saco de Alde en el interior de su bolsa, Eira trató de respirar profundo antes de enfrentarlo. Sabía que no era lo más sensato que podía hacer en ese momento, pero lo necesitaba. Necesitaba preguntarle qué era lo que le estaba sucediendo, por qué se comportaba de esa forma tan extraña. No es que su respuesta cambiaría su manera de pensar sobre él, y la clase de hombre que era... era simplemente curiosidad. Ingresando en el elevador en completo silencio, Eira empezó a agitar su pie mientras este subía al piso superior del edificio y, viendo los números pasar en la pantalla, apretó sus labios. —Buenos días, señorita Eirá... La mañana de hoy... Empezando a leer el itinerario del día apenas las puertas se abrieron, su asistente agregó, empezando a caminar detrás de ella y elevando su mano para detenerla. Eira respondió sin preámbulos. —Eso tendrá que esperar unos minutos, justo a
Capítulo 30— ArrepentimientosNarradorHabiendo pasado un par de horas tras la visita inesperada de Eira, Killian no podía dejar de pensar en ella. Sabía que había hecho lo correcto la noche anterior al ayudarla a bajar la fiebre, pero ¿por qué sentía que ella lo hacía más vulnerable?Colocándose de pie tras horas y horas de trabajo, en las que se sumergió en montones de documentos, recordó la cena que tendría con ella, a la que jamás llegó debido a un malestar de Sofía, que él estaba convencido de que no era más que uno de sus teatros.Pasando las manos por su rostro un par de veces, Killian negó al saber que tenía que compensarla de alguna forma; independientemente de que entre ellos hubiese existido un romance secreto, Eira también era su amiga de la infancia y socia comercial, por lo que tenía que tratar de llevar la fiesta en paz a pesar de morir si no estaba a su lado.Decidiendo que lo mejor sería invitarla a comer, tras mentirle descaradamente, Killian regresó a su escritorio p
Capítulo 31— Capaz de todo. Narrador Conduciendo en completo silencio, sin decir palabra alguna, con cada segundo que pasaba, Eira sentía cómo su corazón se aceleraba. Aún no tenía idea de a donde se dirigían, pero confiando en Killian, en su palabra, es que seguía en ese auto. —¿A dónde se supone que iremos? Rompiendo el silencio al ver que Killian solo conducía, atravesando la ciudad y alejándose de ésta, Eira sentía que tenía que detenerlo, y desviando su mirada del camino, él solo respondió: —Solo espera, es una sorpresa. Apretando sus labios, sabiendo que él no le diría nada más, Eira solo se encogió en su asiento sintiendo la ansiedad invadirla, y rodando un par de minutos más, al tomar el desvío hacia la parte sur adentrándose en las montañas, supo a dónde iban. Hacía mucho tiempo que no visitaba ese lugar, pero no podría olvidarlo por más que lo quisiera. Allí había vivido momentos únicos con su padre y los Alde cuando aún era una jovencita y su vida no era tan complicad
Capítulo 32 — Atascados en la montaña Narrador Descolocada por las palabras de Killian que alegraron su frágil corazón, Eira solo tiró de su mano y, frunciendo el entrecejo de su frente, negó. No porque no quisiera estar al fin con él, porque en realidad ella lo amaba, pero no de esa manera, no haciendo infeliz a Sofía, no habiéndola escogido por no tener otra salida para que se quedara. Eira deseaba ser elegida por amor, porque él estuviera dispuesto a todo por ella, porque en realidad la amara. —Killian... Tú no puedes hacer algo como eso. Elevando su rostro, Eira centró su mirada inquisidora en Alde, quien ni en sus peores pesadillas esperó esa respuesta, y abriendo su boca él pretendió responder, pero ella no se lo permitió. —No puedes abandonar a tu hijo solo por mí. ¿Cómo crees que me sentiría si permito que lo hagas? Estuve a tu lado todo este tiempo con la esperanza de que en algún punto terminarás tu relación con Sofía y me eligieras a mí, pero una vez que decidiste
Capítulo 33— Riesgos Narrador La noche apenas iniciaba, y el frío parecía no dejar de azotar aquella inolvidable cabaña. Eira se estremeció apenas. El fuego del hogar lanzaba reflejos danzantes sobre su piel, pero no era eso lo que la hacía temblar. Killian se acercó en silencio, como si supiera. Como si aún pudiera leerla. Eira ni lo miró cuando le puso la manta sobre los hombros. La aceptó en silencio, sintiendo el roce de sus dedos en la nuca, tan leve como una amenaza. El fuego del hogar lanzaba sombras anaranjadas sobre su piel. Sabía que él la estaba mirando. Como antes, como siempre, como si pudiera verla desnuda sin quitarle la ropa. —Estás temblando, Eira. Murmuró Alde, sin necesidad de acercarse más, pero sin poder dejar de verla. —Ya pasará, no te preocupes. Pero Killian no era de los que se quedaban quietos. Se sentó junto a ella. Tan cerca que pudo olerlo. Ese maldito aroma que le nublaba el juicio, como si su piel aún lo recordara mejor que su memoria. Él no pr
Capítulo 34— Un sucio planNarradorEira y Rosalía se encontraban en una acalorada discusión, la mujer de mediana edad se negaba a ver a su hija junto a un hombre como Alde, y Eira también decidida a alejarse de él, solo agregó:— Y yo ya te dije que me marcharé, madre... Ese viaje es lo que necesito, y no hace falta que me ordenes, porque soy yo la que decidió hacerlo.Viendo que su hija hablaba muy en serio, Rosalía solo asintió, y apretando sus labios, respondió antes de ver a Eira subir las escaleras.— Eso espero, Eira... No quiero decepcionarme de ti. Eres una mujer muy valiosa como para que te humilles ante un hombre como él. Asintiendo, Eira solo se dispuso a ir a su habitación, y cerrando la puerta tras de sí, supo que no había marcha atrás, que su decisión, por más difícil que fuera, era la más sensata.Por otra parte, llegando al hospital tras batallar con el pesado tráfico de la ciudad, Killian bajó de su auto. Sabía que lo que estaba atravesando Sofía era algo delicado,
Capítulo 35— No hace falta explicar Narrador Al amanecer Eira se dirigía D&A tenía un par de asuntos que resolver, por lo que caminaba con algo de prisa. Tras la discusión con su madre, afortunadamente el tema de Alde no se volvió a tocar, lo que la mantuvo tranquila por el momento. Llegando al fin a su destino, su asistente la recibió, y centrándose en el trabajo, en cumplir su abarrotada agenda, no descansó hasta que la visita de alguien inesperado llegó. — Señorita Drayton... El señor Antonio Vael Pide hablar con usted. ¿Está dispuesta a recibirlo? Separando su vista de los documentos en sus manos al escuchar el nombre del padre de Iker, Eira solo parpadeó un poco descolocada, y asintiendo, se colocó de pie para recibirlo de inmediato. — Por supuesto que sí... pásalo enseguida, no lo hagas esperar. Obedeciendo, su asistente salió de la oficina e ingresando un instante después con el caballero. Se disculpó antes de dejarlos a solas. — Disculpen. Saliendo del lugar,