Parte 7...
Enzo
Hice un golpe a la puerta del auto y dije, ayudando a Isabela a bajar. El auto de seguridad se detuvo poco después y todo vino a mí.
— Alessandro, ¿qué demonios fue eso? - grité mientras se acercaba.
— ¿Cómo está ella? - Isabela preguntó, preocupada.
— Tales está con ella – se detuvo frente a nosotros — Está bien – miró a Isabela — Entra y habla con Lívia. Entonces puedes ir a ver a mamá.
— Está bien – Isabela me miró respirando profundamente — Quédate tranquila, ¿vale?
Le di un beso rápido en la frente y asentí, pero en el fondo me muero por sentarle la polla a quien le haya hecho esto a nuestra madre. Manollo se quedó a mi lado, escuchando lo que decía Alessandro.
— También creo que Stênio puede tener razón – afirmó Manollo, cruzándose de brazos — No debes confiar en esta gente – levanté una ceja, casi riendo - ¿Qué? – se encogió de hombros — Somos diferentes, Enzo.... Tenemos clase, sabemos comportarnos y seguimos las reglas.
— Bueno, en eso estoy de acuerdo con Man