POR DANTE
–– ¿Me amas? –– preguntó dulce
–– Claro que si
–– ¿cuánto me amas?
–– más que a mi vida
–– ¿y si no soy quien tú crees?
–– igual te amaría.
–– no deberías hacerlo... Sufrirás.
–– ¿porque lo dices?
Despierto sudando y asustado, observo a mí alrededor y su mirada se desvanece, como mi sueño. Me levanto y son las tres de la mañana, voy hasta su dormitorio, abro con cuidado y la veo allí, acostada sobre la cama, vestida aun, su respiración es calmada y duerme tranquilamente, busco una manta y la tapo, veo como se acurruca con ella y sigue durmiendo. Siento una gr