"No quiero arrastrarte en mis problemas. Cuida de mis hijos".

Adina se negó a dejar que Flint hablara por ella. Salió de la sala y cerró la puerta.

Se dirigió a la verja de hierro de la entrada de la mansión y miró fríamente a los guardaespaldas: "¿Qué pasa?".

"El Señor Terry quiere reunirse con usted. Venga con nosotros".

Había un brillo en los ojos de Adina.

Durante su última reunión, Terry dijo que necesitaba tiempo para considerar su colaboración. ¿Significaba esto que llegó a una decisión?

Estaba claro que ella ya no podía contar con la ayuda de sus hijos. Al final, tenía que confiar en sí misma.

Una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios. "De acuerdo, me voy a cambiar primero".

Los dos guardaespaldas sabían que la mujer era la socia de su jefe. Por lo tanto, no se atrevieron a presionarla demasiado y esperaron respetuosamente en la entrada.

En cuanto Adina regresó a su mansión, sus hijos la rodearon. "Mamá, ¿está todo bien?".

"Supongo que Terry decidió colaborar conm